Barcelona: Ediciones Marinez Roca, 1982. — 216 p. — ISBN 84-270-0699-3.
Muchos jugadores de ajedrez tienden a estudiar la teoria ajedrecistica «econédmicamente», para alcanzar rapidamente y sin mucho trabajo éxitos faciles: aprenden de memoria algunas variantes de aperturas y tratan, siempre que les sea posible, de engafiar al adversario en las primeras jugadas. Tal sistema no conduce en modo alguno a una fuerza digna de consideracién en el ajedrez. Cierto que el estudio de las aperturas es indispensable, y que se debe conocer ante todo la idea que rige cada una de ellas. Pero la partida de ajedrez tiene tres fases, y cada maestro debe orientarse bien en todas.
El que fue campeén mundial, E. Lasker, consideraba el final de juego como la parte mas importante del estudio tedérico del ajedrez. Seguin él, los grandes maestros se diferenciaban de los «aficionados» sobre todo por su profundo conocimiento de esta fase de la partida. Precisamente los finales de juego estan muy descuidados por los ajedrecistas, sobre todo por jugadores jévenes.
Los llamados «finales de juego tedéricos», esto es, los que por lo menos se pueden dominar tan exactamente como las aperturas mas importantes, constituyen la mayor parte de esta obra. En cada capitulo nos ocupamos también de algunos de los Namados «finales de juego practicos», esto es, posiciones en las que no se utilizan conocimientos teéricos exactos, sino leyes fundamentales de la estrategia y de la tactica.
Qué entendemos por final de juego? Se trata de posiciones fuertemente simplificadas. Naturalmente, la idea de que después del cambio de damas surge en seguida el final de juego es errénea, Hay posiciones tipicas de medio juego sin damas, en las que después del cambio se llevan a cabo duros ataques, y por otra parte existen finales de damas. Por eso la definici6n exacta de la fase de final de juego es muy dificil de precisar, y sdlo se pueden mencionar determinadas caracteristicas.